sábado, 21 de febrero de 2009

London, mi ciudad


Londres es la ciudad más importante para mí, probablemente más que Madrid. Pero ¿por qué? No lo sé, puede que sea por una razón o puede que sea por mil. O por un millón, no lo sé. Quizás sea porque es tan grande que me puedo perder en ella. O porque hay tanta gente que nadie se fija en mí. O porque voy a mi aire sin que a nadie le importe. Quizás sea porque está llena de gente de paso, y llena de gente con grandes sueños, llena de gente que no sabe porqué está allí pero que no se quiere ir.

Seguro que también es porque me gustan sus pubs y sus estaciones de tren. Porque me gusta pasear sin rumbo por sus calles, porque me gusta encontrar librerías y meterme en ellas buscando siempre la sección de fotografía. Puede que sea porque es la ciudad en la que más he soñado, y en la que más sueños he dejado. O será porque allí entendí que las cosas buenas no llegan por casualidad. También puede ser porque tenía 19 años la primera vez que salí al extranjero y fue para vivir allí tres meses. Y porque a mucha gente se le viene encima y porque a muchos otros les asusta tanto que se tienen que ir. Porque yo pude con ella.

Y seguro que también tiene algo que ver la primera vez que salí del metro en Piccadilly Circus, porque me emocioné. Aunque quizás sea porque me gustan sus autobuses de dos plantas, porque allí me di cuenta de que los sueños se pueden convertir en realidad, porque veo fotos en cada esquina, porque me gustan sus parques, porque puedo ser quién yo quiera, porque también ha sido allí donde más perdido me he sentido, porque allí fui consciente de todos los errores de mi vida, porque me gusta su metro, porque en esa ciudad me di cuenta de que puedo conseguir lo que me proponga, porque allí fue la primera vez que entendí lo que significa recoger el premio a varios años de esfuerzo, porque algunas de estas razones solo las entiendo yo.

O porque he vivido allí unos 9 meses, porque allí te escribí las cartas más bonitas que te he escrito nunca, porque conseguí hablar con ingleses sin pensar en español, porque la sensación de libertad que sentí la primera vez que caminaba solo por sus calles no la he vuelto a sentir. Porque esta ciudad me hace comportarme de forma más valiente y más decidida, porque allí me convencí de que la vida no es fácil, porque allí tomé las dos decisiones más importantes de mi vida… Porque me hace ser más espontáneo, porque no me importa que no salga el sol, porque me gusta la lluvia, porque allí vivimos juntos por primera vez, porque está llena de recuerdos, porque allí fui feliz contigo, porque me ha hecho crecer, porque vivir allí significó un sueño hecho realidad, porque me ayudó a empezar a entender de qué va todo esto, porque me ha hecho ser más fuerte, porque me di cuenta de que te quería mucho, porque a pesar de todo, sabía que no lo suficiente… Porque no lo puedo explicar…
(Photo: Roberto San Eugenio. London, 2005.)