lunes, 27 de diciembre de 2010

MAD-NYC


Bien, ya he vuelto de Nueva York. He conocido por fin esta gran ciudad y he entendido aún más la fuerza del cine, de la fotografía, de la literatura. La grandiosidad y la fama de esta ciudad provienen de creaciones de gente que la adoraba y quería contárselo a todo el mundo. Pienso que fueron personas que quisieron embellecer el lugar en el que vivían o trabajaban, y convertirlo en la ciudad más deseada, quizás con el objetivo de creer, para no sentirse tan solos y tan poco afortunados en sus calles, que habitaban la mejor ciudad del planeta. Porque, objetivamente, la ciudad de Nueva York no es bonita. Ni mucho menos la mejor ciudad del planeta, sea cual sea la escala que se utilice para atribuirle a una ciudad tal título. Para describir esta ciudad es necesario entender primero porqué, a pesar de no ser una ciudad bonita, puede ser tan atractiva y tan deseada. ¿Qué hay allí que atrae a gente de cualquier cultura? Por supuesto, no tengo la menor idea pero creo que está relacionado con la energía que fluye por toda la ciudad. Es un lugar dinámico, en el que te entran ganas de quedarte, de hacer cosas, de triunfar.

Me he sentido cómodo en sus calles. Ha habido barrios que me han encantado (Soho, Greenwich Village, West Village, Williamsburg Bridge and Brooklyn), otros me han resultado indiferentes (Upper East Side, Upper West Side, Wall Street), incluso alguno me ha provocado rechazo (Chinatown). Y como casi siempre, no han sido sus atracciones turísticas lo que más ha llamado mi atención. Me refiero a que ver la Estatua de la Libertad, el Rockefeller Center, Brooklyn Bridge, Times Square o subir al Empire State Building no es, bajo mi punto de vista, lo más atractivo de esta ciudad. Ni siquiera los rascacielos. Como era de esperar, pensaba que serían más altos. Lo que me ha gustado ha sido el ambiente que se respiraba en zonas como Greenwich Village, Hudson Street, Union Square, Art Galleries District or Tribeca. Y en el metro, claro. El ambiente que se respiraba en el metro, generador de un millón de imágenes por segundo.

Así como la ciudad ha sido tal y como esperaba, las imágenes correspondientes a esta etapa del proyecto lomográfico, sí que han superado mis expectativas. A falta de palabras más concretas, creo que el proyecto va por el camino perfecto. He obtenido mejores imágenes que las que esperaba pero manteniendo la idea, la esencia de lo que quería conseguir. Ahora mismo he mezclado imágenes de Madrid con Barcelona, Londres y Nueva York. Y no es posible confundir unas con otras. Las tres combinaciones mantienen el factor común de Madrid, pero en la mezcla con las imágenes de las otras ciudades, encuentro el ambiente que se respira en cada una de ellas. O al menos, el que yo he sentido allí.

Así que este proyecto se acerca a su fin. Ya sólo me queda mezclar fotografías de Madrid con Madrid, y cerrar así el círculo. Finalmente, quedaría escoger las mejores de cada combinación, para un total de 20, 24 o 28 fotos, y preparar el acabado para un portfolio y para una exposición, y dar a conocer el trabajo completo a todo el que lo quiera ver. En realidad, para eso está creado, para que la gente lo vea y opine. Aunque siempre nos dé cierto pánico enseñar lo que hacemos. De momento, otro adelanto. La imagen que veis al inicio del texto la considero la más representativa de esta parte que relaciona a Madrid con Nueva York.

Como apunte final, aunque sé de sobra que no es necesario elegir, y que me gustaría mucho, mucho, mucho vivir y trabajar una temporada en Nueva York, sigo quedándome con Londres. ¿Por qué? No estoy seguro, pero no tengo la menor duda.